Al igual que la dieta puede tener un impacto positivo o negativo en la salud del corazón, el cerebro y los huesos, la salud general del colon puede verse afectada por la alimentación, de ahí la importancia de educarse a través de especialistas en este tema.
El colon es una parte crucial del sistema digestivo, y muchas afecciones pueden hacer que funcione de forma incorrecta. Dentro de ellas, se puede mencionar las siguientes patologías inflamatorias del intestino: colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, enfermedad diverticular, síndrome del intestino irritable y el cáncer colorrectal. El tratamiento de estas enfermedades incluye modificaciones de la dieta y el estilo de vida, medicamentos y/o cirugía.
Una de las alteraciones del colon más graves es el cáncer colorrectal. Las causas más relacionadas son la edad (a partir de los 50 años se incrementa el riesgo), el consumo excesivo de alcohol, los antecedentes familiares, la inactividad física, los pólipos previos, la enfermedad inflamatoria intestinal y el tabaquismo. También existe una fuerte correlación entre la obesidad y un mayor riesgo de padecer cáncer de colon.
Una correcta elección de alimentos saludables y la actividad física pueden ser beneficiosas, aunque no se pierda peso.
Lo que hay que hacer y lo que no en la dieta
Las dietas ricas en verduras, frutas y cereales integrales y bajas en carnes rojas y procesadas se han asociado a un menor riesgo de cáncer de colon, según la Sociedad Americana del Cáncer (SAC). Para ayudar a promover una buena salud del colon, se aconseja seguir estas recomendaciones dietéticas:
- Añada a su dieta alimentos de origen vegetal
En primer lugar, es importante seguir una dieta rica en cereales integrales, verduras, frutas, frutos secos, semillas y legumbres. Este tipo de dieta no significa comer solo verduras, pero al menos la mitad del plato debería ser de alimentos vegetales, que proporcionan muchas vitaminas, minerales y antioxidantes beneficiosos, y están repletos de fibra, los compuestos naturales para prevenir el cáncer.
Es fundamental incluir una variedad de frutas y verduras con diversidad de colores. Cada pigmento vegetal proporciona diferentes nutrientes o fitoquímicos que ofrecen una variedad de diferentes beneficios para la salud, tales como el fortalecimiento del sistema inmunológico y la reducción de la inflamación. - Limite el consumo de carne roja
Según la SAC, el riesgo de cáncer de colon aumenta entre un 15% y un 20% si se consumen 100 gramos de carne roja o 50 gramos de carnes procesadas como salchichas o beicon.
De prioridad al pollo, el pavo y el pescado sobre la carne de vacuno, cerdo y cordero. Según el Instituto Americano de Investigación del Cáncer, comer más de 500 gramos de carne roja a la semana puede aumentar el riesgo de cáncer. Si decide comer carne roja, no consuma más de 340 a 500 gramos de carne roja a la semana. - Evite el azúcar
Diversos estudios han descubierto que las personas con colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn suelen tener dietas altas en azúcar y bajas en fibra.
Limite el azúcar añadido a menos de 25 gramos al día. Los azúcares naturales de la fruta y los productos lácteos pueden aportar vitaminas y minerales beneficiosos. En cuanto a las bebidas, busque alternativas sin azúcar como el agua con gas, tés o los cafés sin azúcar. - Aumente el consumo de fibra
Llevar una dieta rica en fibra es bueno para la salud general del intestino y del colon específicamente.
El Instituto Americano de Investigación sobre el Cáncer recomienda consumir al menos 30 gramos de fibra al día. La fibra ayuda a mantener la regularidad y a prevenir el estreñimiento al facilitar el movimiento de los alimentos por el tracto gastrointestinal. Reduciendo el riesgo de tener pequeñas bolsas en el colon y hemorroides que finalmente conducen a la enfermedad diverticular. - Elija bien los cereales
Los granos enteros son productos naturales que no han sido despojados de su exterior lleno de nutrientes y fibra. Guías alimentarias (instrumentos educativos en nutrición de cada país) recomiendan que todos los adultos coman al menos la mitad de sus granos diarios como granos enteros, alrededor de tres a cinco porciones.
Algunos de los cereales integrales más fáciles de conseguir son la cebada, la quinoa, trigo integral, el arroz salvaje e integral y la avena. Estos alimentos contienen más vitaminas, minerales, fibra, ácidos grasos esenciales, antioxidantes y fitoquímicos (compuestos naturales de las plantas que tienen un efecto beneficioso para el organismo) que sus homólogos de grano refinado, como la harina blanca y el arroz blanco. - Diversifique su microbioma intestinal
Un colon sano contiene miles de millones o incluso billones de bacterias beneficiosas por centímetro. Una dieta que contenga una variedad de tipos de alimentos ricos en nutrientes, que contengan fibra y fuentes de probióticos, incrementará la microbiota del colon.
Se ha demostrado que un patrón de alimentación basado en vegetales o de estilo mediterráneo diversifica la microbiota intestinal y reduce el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
Los alimentos que contienen probióticos también pueden ayudar a fomentar el crecimiento de la flora intestinal en el colon. Quienes deseen aumentar su consumo de probióticos pueden probar alimentos como el yogur, el kimchi, la kombucha, el tempeh, el kéfir, el miso y el chucrut.
Conclusión
Aunque comer bien puede ayudar a mantener el colon saludable, la forma más poderosa de prevenir el cáncer de colon es a través de las pruebas de detección. La colonoscopia es un examen estructural del colon que permite a los profesionales médicos detectar y prevenir este tipo de cáncer.
La colonoscopia reduce el riesgo de desarrollar cáncer de colon porque se pueden encontrar pólipos pre cancerosos durante la prueba y eliminarlos, lo que en última instancia reduce el riesgo de que una persona desarrolle cáncer de colon. Si se detecta a tiempo, hasta el 95% de los cánceres colorrectales son curables, según la Fundación del Cáncer de Colon.